Para cualquier redactor o escritor, la realización de un ensayo supone un reto mayor. En otros géneros es posible tomarse ciertas libertades al escribir o dejarse llevar por la imaginación e incluso por la improvisación.
Todos esos elementos no tienen cabida en un ensayo, ya que las principales características de este género literario son el rigor, la concisión y la exposición sistemática de ideas o hechos fundamentados en bases ciertas y sólidas.
Además de la exposición, el autor incluirá sus propios pensamientos y opiniones sobre las ideas o hechos expuestos, por lo que, dependiendo de la naturaleza del ensayo, este género literario puede llevar aparejadas ciertas dosis de subjetividad e incluso de humor.
Estructura y partes de un ensayo
La extensión es variable, aunque habitualmente estará comprendida entre cuatro y diez folios, estructurados de la siguiente forma:
Introducción
En la introducción debemos ser breves, describiendo concisamente de qué vamos a hablar o cuál es el propósito concreto de nuestro ensayo.
Tampoco se trata de redactar un telegrama, pero no deberíamos extendernos más allá de un tercio de folio, o de medio folio si el ensayo es largo.
Exposición y argumentación
Aquí expondremos nuestras teorías, pensamientos o críticas, apoyándonos siempre en argumentos y contraargumentos razonables, lógicos y/o científicos.
Pueden añadirse opiniones subjetivas personales, comentarios, realizar preguntas dirigidas al lector y utilizar cualquier otro recurso que anime a reflexionar y a continuar leyendo.
Conclusiones
Al igual que en la introducción, no debemos extendernos demasiado en las conclusiones.
Es conveniente la concisión y la precisión. Como norma general, procuraremos que las conclusiones no ocupen una extensión superior a medio folio o al folio entero cuando el ensayo es largo.
Bibliografía y reseñas
Pueden incluirse o no reseñas informativas para apoyar las afirmaciones del autor del ensayo. Su inclusión resulta obligada en los ensayos médicos, científicos y académicos.
El espacio dedicado a la bibliografía y a las reseñas no computa a la hora de calcular la extensión del ensayo, sino que se considera un anexo informativo complementario.
Puntos clave para la realización de un ensayo
Un ensayo no es un simple artículo o relato corto. Por lo tanto, el autor debe prepararse a fondo previamente y esmerarse en su construcción. Los siguientes puntos son imprescindibles para elaborar un ensayo de calidad:
Conocimiento de la materia
Si no somos especialistas o no dominamos una cierta materia, lo mejor que podemos hacer es renunciar a escribir un ensayo sobre esa área de conocimiento.
En esos casos, lo que ocurrirá es que, si se trata de un ensayo propio, no convenceremos a los lectores y quedarán al descubierto nuestras lagunas formativas en la temática propuesta.
Si se trata de un ensayo redactado por encargo, tampoco alcanzaremos el nivel de exigencia requerido por nuestro cliente.
Documentación
En un ensayo no suele bastar con exponer hechos, ideas u opiniones ajenas, sino que en muchas ocasiones es preciso documentar las afirmaciones o razonamientos.
Por lo tanto, es imprescindible la catalogación previa de toda aquella documentación que pueda servir de apoyo a nuestras exposiciones y argumentos.
Análisis y esquematización
Es fundamental organizar analizar a fondo toda la información que hemos recopilado para estructurarla de manera lógica y racional, mediante la realización de un esquema previo muy detallado.
Nunca comenzaremos a redactar el ensayo antes de disponer de un esquema bien organizado y claro.
Desarrollo
En el desarrollo, el escritor tiene que adornar la información propiamente dicha. En absoluto se trata de apabullar al lector exponiendo cadenas inacabables de datos, razonamientos o argumentaciones.
La redacción ha de ser especialmente cuidadosa, permitiendo que la lectura sea, en lo posible, amena o entretenida, pero siempre con un estilo literario que contribuya a realzar la rigurosidad de la publicación: huiremos de frases hechas, redundancias, repeticiones y coletillas.
El humor es un recurso que puede utilizarse en un ensayo, a fin de restar pesadez a las exposiciones de hechos y datos y facilitar la fluidez de lectura.
Si utilizamos este recurso lo haremos con moderación, prudencia y exquisitez, a fin de no restar credibilidad a nuestro discurso. Los chistes fáciles y los chascarrillos gruesos están vetados en un ensayo.
Tipos de ensayos
Ensayo crítico
En el ensayo crítico el autor expone sus puntos de vista acerca de las ideas, obras literarias, obras artísticas o hechos científicos que han sido postulados o desarrollados por terceras personas.
Un ensayo crítico no tiene por qué ser siempre negativo u orientado a rebatir argumentos o ideas. Todo lo contrario, ya que la crítica también puede ser positiva o constructiva.
De hecho, los ensayos más creíbles suelen combinar elementos críticos positivos y negativos.
Ensayo argumentativo
El autor de este tipo de ensayos intenta convencer al lector de la validez de determinadas ideas o pensamientos propios, o de la veracidad de ciertos hechos o circunstancias.
En la argumentación se desgranan todos aquellos elementos que apoyan las teorías del escritor y se cuestionan los que las contradicen.
Puede acompañarse de recursos literarios dirigidos a estimular la reflexión del lector, como alusiones personales o preguntas lanzadas al aire.
Igualmente, es frecuente la inclusión de argumentos contrarios a las ideas propias, para posteriormente demostrar que dichos argumentos son absurdos, reforzando así la validez de las teorías o pensamientos del autor.
Ensayo expositivo
El ensayo expositivo es un ensayo en el que el autor se limita a exponer unas teorías, hechos o ideas, apoyándose en datos muy concretos y específicos que avalan la validez de sus afirmaciones.
La subjetividad queda aparcada y suelen ser ensayos asépticos, proponiendo abundantes referencias bibliográficas y fuentes de información adicionales.
Es la fórmula habitual elegida para realizar ensayos académicos, médicos y científicos.
Fuentes de información
Las fuentes de información merecen un capítulo aparte; debemos acudir a ellas para realizar cualquier tipo de ensayo.
Preferentemente buscaremos publicaciones realizadas por especialistas contrastados en la temática de nuestro ensayo.
En la redacción de un ensayo no cabe la inclusión de conceptos básicos o generalistas, ni tampoco de vulgaridades que se dan por supuestas, ya que lo normal es que los lectores sean personas con experiencia en la materia que se está tratando.
Por eso hemos de ser muy cuidadosos si utilizamos internet como fuente de información. En este canal es sumamente fácil encontrar informaciones poco rigurosas en cualquier rama del conocimiento.
Esto no implica que renunciemos a su uso, ya que es posible que en la red encontremos fuentes de información muy valiosas que no están disponibles en librerías ni bibliotecas. Solo utilizaremos aquellas informaciones publicadas en portales web pertenecientes a instituciones académicas de prestigio, publicaciones especializadas, organismos públicos, centros científicos o de investigación, bibliotecas y hemerotecas.
Y siempre verificaremos la identidad y la cualificación académica o profesional de los autores de las publicaciones que usaremos como fuentes de información.
Redactar un ensayo requiere organización, rigor y una alta capacidad a la hora de exponer ideas de forma clara y concisa. Si sigues las pautas de las que hemos hablado, te asegurarás de cumplir con unos estándares mínimos de calidad.